Experimento de Redi

EXPERIMENTO DE REDI

Resumen: Francesco Redi fue uno de los primeros científicos que realizó una serie de experimentos que puso en entredicho la teoría de la Generación Espontánea. En esta entrada se va a recrear uno de los experimentos que realizó y que le ayudó a su teoría de la biogénesis.


INTRODUCCIÓN


     Hasta finales del siglo XIX se pensaba que había 3 vías de formación de los seres vivos, dos de ellas se correspondían con la biogénesis, siendo:
  • El surgir seres vivos de la reproducción de otros seres vivos del mismo tipo.
  • Mediante la reproducción de seres diferentes (Hibridación).
     Existiendo la creencia de una tercera forma que era abiogenética, en la que se forman los seres vivos espontáneamente a partir de materiales carente de vida, siendo la teoría de la Generación Espontánea.

     Los filósofos griegos fueron los primeros que emplearon la razón como mecanismo de análisis y la observación como herramienta, intentando explicar la vida de un modo diferente. Siguiendo este paradigma, Aristóteles, desarrolló la idea de la generación espontánea, según la cual la vida surge, sin mediación divina, de la combinación de los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra.

     Posterior a la Edad Media, se produjo una nueva corriente de pensamiento basada en la antigüedad grecolatina, donde se volvió a cuestionar lo sobrenatural como principio generador de la vida. Se retomó la observación de la naturaleza, y se rechazó el sometimiento al dictado de la autoridad, sentándose las bases del método científico.

     Grandes científicos, como Galileo o Newton, sentaron las bases de esta nueva  y revolucionaria forma de estudiar la naturaleza, pero se seguía sin conocer el origen de los seres vivos y la teoría de la generación espontánea no tenía oposición.

     Francisco Redi (1626-1697) realizó varios experimentos los cuales puso en entredicho la teoría de la generación espontánea. Proponiendo la teoría de la Biogénesis, en la que todos los seres vivos proceden de otros seres vivos.

     En su fase experimental, Redi introdujo materia orgánica en descomposición, más concretamente serpientes muertas, en frascos, realizando tres condiciones diferentes, en algunos frascos dejó a las serpientes a la intemperie, otros frascos lo cerro con una tapa, y otros lo tapó con una gasa, en estos últimos si se permitía la entrada de aire, ya que la gasa no cerraba herméticamente los botes. Los resultados que obtuvo fue que en la primera condición aparecían larvas y moscas, en el segundo y en el tercero no aparecían nada. Así descartó la generación espontánea y propuso la hipótesis de que las moscas que se observaban sobre la carne eran las progenitoras de aquellas que se formaban después.

     A pesar de que estas experiencias no cubrían todas las variables posibles, propuso la teoría de la biogénesis, desestimando la generación espontánea, aunque no del todo.

     Con el descubrimiento del microscopio óptico a manos de Antoni van Leeuwenhoek (1632-1723), se observaron los "animálculos", siendo actualmente los microorganismo, sirviendo para la generación espontánea como explicación.

     Los abiogenistas pensaban que los protozoos y bacterias se generaban de la paja y el agua. Mientras que los biogenistas pensaban que provenían de las "esporas" que contenían en el aire.

     La polémica duró muchos años, múltiples investigadores realizaron experimentos para probar sus hipótesis. Muchos creían que la vida surgía por una misteriosa fuerza vital que estaba en el ambiente, corriente conocida como Vitalismo. Los abiogenistas pensaban que era necesario la fuerza vital para la generación espontánea, encontrándose esta en el aire.

    Resultó decisivo en el debate el descubrimiento de la vida microscópica, y el desarrollo de la teoría celular por parte de Scheleiden y Schawn.

     La polémica llegó a su culmen con las hipótesis y experimentos de Louis Pasteur (1822-1895) y Félix Archimède Pouchet (1800-1872), ambos realizaron experimentos semejantes, sin embargo a Pouchet le salieron resultados que validaba la generación espontánea.  

     Los experimentos de Pasteur refutaron definitivamente la teoría de la generación espontánea, demostrando que el aire tiene microorganismos. Sus experimentos consistían en utilizar matraces con cuello de cisnes, de forma que el aire podía entrar en el matraz, y los rellenó de caldo de cultivo. Posteriormente hirvió el caldo dentro del matraz, y espero los resultados. Al analizar los matraces, observó que en ninguno había crecido ningún microorganismo, incluso algunos siguen en la actualidad estériles. Pasteur desacreditó la generación espontánea, y dio paso a la biogénesis.

     Por lo tanto, con los experimentos de Pasteur, que desarmaron la generación espontánea, y con la aparición de la teoría de la evolución mediante la selección natural de Charles Darwin y Alfred R. Wallace, se asentaron las bases de la visión  moderna del origen de la vida.

OBJETIVO


     El objetivo que se pretende conseguir en esta entrada, es recrear el experimento llevado a cabo por Redi, ya que fue uno de los primeros que refutó la generación espontánea, y teorizó la teoría de la biogénesis.

MATERIAL Y MÉTODO


Para realizar el experimento de Redi vamos a emplear los siguientes materiales:
  • 3 frascos de vidrio.
  • 160 gramos de carne de cerdo.
  • 1 tapadera
  • 1 red mosquitera o una gasa.
  • 1 o 2 gomillas.
Imagen 1: Materiales empleados para el experimento. En la imagen falta las gasas estériles que se emplearon.

     La metodología que se va a emplear es el experimento que realizó Redi, pero con ciertas modificaciones:
  1. Poner en 3 botes limpios 53g de carne en cada uno:
    • Un bote se deja abierto.
    • Otro bote se le pone una gasa estéril o malla mosquitera y se cierra con la gomilla
    • El tercero se cierra con una tapadera.                                                                                                                                                                 Imagen 2: Botes preparados para cada condición experimental.                                    
  2. Poner los tres botes en el exterior del edificio. En este caso se puso en un poyete .
   
Imagen 3. Inicio del experimento. Colocación de los botes en el poyete donde se realizará el experimento.

RESULTADOS


     El experimento se llevó a cabo durante 10 días. En los 6 primeros no se observó presencia de ningún insecto.

     En el día 6 del experimento se empiezan a observar moscas merodeando a los botes, en el abierto se metieron moscas, mientras que en el bote que tiene la gasa se observan moscas posadas encima del bote sin poder entrar.
a)

b)

c)
Imagen 4. Imágenes de los botes en el sexto día del experimento. En la imagen a) se observan los tres botes. En la imagen b) se aprecian moscas dentro del bote abierto, mientras que en la imagen c) hay una mosca en la gasa del bote sin poder entrar en él.

     Durante el séptimo día del experimento se siguen observando moscas, aumentando el número de ellas presentes en los botes.
a)

b)
Imagen 5. Observación de moscas durante el séptimo día del experimento.

     En el noveno día del experimento se aprecian larvas de moscas en la carne del bote abierto, mientras que en el bote que tiene gasas y cerrado con tapadera no se observan indicio de vida macroscópica. 

a)

b)

c)
d)
e)
Imagen 6. En la imagen a) y b) se observa en el bote cerrado con tapadera y con gasa respectivamente, la ausencia de vida macroscópica, mientras que en la imagen c), d) y e) hay larvas de moscas.

     En el día 10 del experimento, y último día del mismo, los resultados obtenidos fueron que en el bote cerrado con la tapadera y la gasa no se observa vida macroscópica, salvo una pequeña colonia de hongos en el bote cerrado con gasa. Mientras que en el bote abierto se aprecian larvas, crisálidas y moscas. Se pueden apreciar crisálidas negras que indican que las moscas ya han eclosionado.

a)

b)c)
d)e)

f)
Imagen 7. En la imagen a) se ven los tres botes. En el bote b) y c) que están cerrado con la gasa y con la tapadera respectivamente no se observa vida macroscópica, mientras que en los imágenes d), e) y f) son diferentes imágenes del bote abierto, donde se aprecian larvas y crisálidas de moscas. 

CONCLUSIONES


     Las conclusiones obtenidas de los resultados del experimento fueron que para poder crearse vida es necesario la presencia de otro organismo de la misma especie que ponga los huevos, esporas, semillas o se divida él mismo para que se desarrolle el nuevo organismo, sin poder surgir vida tal como lo plantea la teoría de la generación espontánea. Los resultados apreciados son una simplificación de los obtenidos por Redi.

     En el bote abierto del experimento pudieron entrar moscas y depositar sus huevos para surgir nuevas moscas, mientras que en los botes cerrados con la gasas y con la tapadera no se desarrollaron moscas, ya que les fue inaccesible depositar los huevos en la carne que había dentro de los botes.

     En el bote cerrado con la gasa creció una pequeña colonia de hongos, pudiendo ocurrir por dos motivos, uno de ellos es que las esporas de hongos son lo suficientemente pequeñas para poder pasar por la luz del poro de la gasa, otra explicación es que una espora se depositara antes de cerrar el bote, ya que el mismo estaba limpio pero no estéril.

     Con respecto a la vida microscópica, si se realizara un análisis de la muestra de la carne de los tres botes, probablemente aparecerían microorganismos, ya que los botes y la carne estaban limpios pero no estériles, y muchos microorganismo y sus esporas sobreviven  a las condiciones de limpieza normal, y algunas esporas son transportadas por el aire, y al igual que las esporas de hongos, su pequeño tamaño le permite pasar por la gasa del bote. Mientras que en el cerrado con la tapadera no entró ninguna espora ni moscas, por lo que en apariencia no creció nada, aunque a nivel microscópico seguramente haya vida.

     Durante los primeros 6 días no se apreció presencia de insectos, aunque puede ser que alguno estuviese durante esos días, pero al no estar monitorizado 24 horas no se puede saber con certeza.

REFERENCIAS

  • Cabello, M. y Lopez, S. (1987). Evolución. Biblioteca de recursos didácticos. Granada. Ed. Alhambra.
  • Curtis, H., Barnes, N.S., Schnek, A y Flores, G. (2000). Biología. Editorial Médica Interamericana. 6ª ed. Madrid.
  • Fernández-Consentino, L. (2019). El origen de la vida y la evolución en el aula de ciencias. Trabajo Fin de Máster. UJAEN. (https://hdl.handle.net/10953.1/11678)
  • Palma, H. (2011). Breve historias de las teorías acerca del origen de la vida. Educación en Ciencias Experimentales y Matemática. Año 1. Vol. 1.Universidad Internacional de San Martín. Argentina

     


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